10/12/09

♥ Ama(te), salva(te)




Hay veces en las que el amor parece consumir nuestra vida, pero aquél que se encuentra en éste estado, siente que vale la pena ese “consumir”,
no hay nada que valga más la pena, que el amor.
Pero hay veces en las que esto significa también conceder parte importante de nuestro ser a otro, porque no contamos con otra cosa que sea mejor para el objeto de nuestro afecto, que nuestra alma, todo nuestro ser y todo lo que ocupa un espacio dentro de nosotros, a fin de cuentas, se ha vuelto suyo también.


Pero me pregunto si al dar todo lo que nos es posible dar (tiempo, espacio, pensamientos, palabras, abrazos, besos, en fin, todo lo que sirva en esa traducción infinita en la que simplemente nada es suficiente), no estamos restando importancia a lo que somos y nos olvidamos de que a fin de cuentas al amar a otro estamos proyectando un amor para con nosotros mismos.

Porque si la otra persona no hubiese sido la que cumpliera con todas las expectativas, (incluso las que no imaginamos hasta que no las vimos vivas en aquél que amamos), que se fueron formando durante el curso de nuestra vida, no hubiésemos encontrado en aquél ser todo lo que deseábamos en alguien para verlo transformado en algo externo a lo cual pudiésemos amar, lo cual no se tratase de nosotros mismos, sino como la creación perfecta que otro logró y que nos pudo dar al momento de dejarnos conocerlo.

No por ello digo que carezca de importancia la manera de ser de dicha persona, pero encuentro que al amar o adorar (en el sentido de darle un lugar de importancia mas alto que el que tenemos para nosotros mismos) a alguien estamos en peligro, pues si el motivo que nos da vida se fuera, que sería de nosotros?

Ya no habría lugar para la esperanza de volver a encontrar algo como lo que nos ha dado más dicha de la que pudiésemos llegado a imaginar, ya no está la figura de aquél ser humano que llegó a nuestra vida como por accidente solo para mostrarnos que aquellos meses, días, horas, minutos, segundos, fragmentos de momento y otros, fueron tomados para hacer lo mejor de ellos.

Porque no hubo mejor sentimiento que el que ocupó aquél tiempo para hacer nacer de momentos, instantes, recuerdos, todo lo que, en sueños, no hubiese podido ser más perfecto
Y así se lee lo que podría ser interpretado como síntoma de enamoramiento, y nos parece doloroso el siquiera imaginar que podríamos perder tal cosa pero no tanto por el hecho de que termine la situación con el individuo en cuestión, sino por la importancia que le hemos dado dentro de nuestra vida.
Ya no se va a tratar de salir con él tales días, ya no habrán más historias con chistes que solo ustedes conocían, ya no se tratará de él y tú, sino de ti enfrentando una situación en la que, después de haberle concedido tanto a otro, ahora eres tu la que se habrá de hacer responsable de ello.

Creo que esto es a lo que tememos más, a que se acabe “todo” y tengamos que enfrentar solos una situación difícil (creo que en terreno de sentimientos, no hay nada que carezca de importancia) pero si desde un principio hubiésemos entendido que
para amar antes tenemos que amarnos y respetarnos a nosotros mismos,

no sería tan grave el asunto (o aguantaríamos más XD).

“Nada en demasía”, dijo el oráculo de Delfos,
así como no se trata de “adorar” a alguien, tampoco se trata de limitarnos al amar a otro porque entonces dejamos que sea el pensamiento el dueño de nuestros actos y creo que ya que encontramos a la persona que puede hacer nacer en nosotros algo tan celestial como lo es el amor, no sería muy inteligente el racionalizarlo
(interesante juego de palabras)
(en el cual por cierto me he visto reflejada).

Creo también que el amor no se trata de juegos de poder, allí se sobrepasa la línea del respeto hacia el otro y sin respeto no hay amor, definitivamente no lo hay para que uno tenga control sobre otro al tener conocimiento de su manera de sentir, tomando “ventaja“ para hacerlo como quiere.
Tampoco creo que se tenga que calcular como reaccionará el otro para saber si se debería actuar de tal o cual forma, pues ése sentimiento es sólo tuyo y si el otro lo quiere vivir, que lo viva y sea tan dichoso como tú.
Creo en conclusión que el amor no es una cosa a la cual debamos temer, no se trata de algo tan simple como para tomarse a la ligera, ni de algo que sea fácil de encontrar (creo que por eso hay tantas aventurillas por ahí), no se trata de encontrarse con otro que sea igual que tú (creo que eso cae en el narcisismo y no veo lo interesante de amar a otro que es igual a tì), tampoco creo que se trate de pertenencias o poder, pero creo que es algo que vale la pena vivir como sea que venga o se vaya, a fin de cuentas es alimento para nuestra propia vida, en la cual, por supuesto, podemos tener lugar en la de otros para crear lo mismo que han creado en la nuestra.
Creo que el amor simplemente se trata de vivirlo y de pertenecer al corazón descontrolado que se lleva dentro aunque haya dolor, aunque sean posibles las despedidas, aunque haya enojo, aunque hayan razones, aunque hayan sentimientos, haya lo que haya,
mientras haya amor
(y me refiero también al amor propio),
lo hay todo.


Fotos de: Dane Shitagi

2 comentarios:

Fashion By He dijo...

great pictures...love the blog

come check out the first ever fashion blog from a guys POV, let He know what you think

fashionbyhe.blogspot.com

Qu'est-ce tu fais pour effet de ce qui t'arrive? dijo...

Your Blog's Fan!!

Krizz... me declaro fanática de tu blog y de conocerte un poco más de tí y del mundo contigo..

Te QuieroOoo MuchiOoOooooOoo!! :D

Muacks!

Shary!

Éste que ves, engaño colorido, que, del arte ostentando los primores,
con falsos silogismos de colores, es cauteloso engaño del sentido;
éste, en quien la lisonja ha pretendido excusar de los años los horrores,
y venciendo del tiempo los rigores, triunfar de la vejez y del olvido,
es un vano artificio del cuidado, es una flor al viento delicada,
es un resguardo inútil para el hado:
es una necia diligencia errada,
es un afán caduco y, bien mirado,
es cadáver, es polvo, es sombra, es nada
- Sor Juana Inés de la Cruz -