30/6/10

♥ Pasión


Para dejar salir esa pasión y ese afán de dar sentido a nuestras vidas (aprovechando el viaje), podemos dejarnos llevar, tanto por la razón, como por el corazón.

Algunos se dejan ser libres a través de las palabras, otros dejan escapar un pedacito de vida a través de las notas de una canción, otros encuentran en los números, misterios que conllevan una nueva perspectiva racional, otros encuentran su propio mundo cuando les aparece un lienzo en blanco listo para convertirse en un nuevo invento, otros se liberan de un cuerpo limitado cuando bailan la música, cuando se entregan a cada nota para convertirla en uno y otro paso, otros encuentran en la ciencia su respuesta, otros escapan a través del cine, otros a través de la historia, y otros tal vez encuentran su pasión en un simple balón.
Cada uno de nosotros tiene gustos diferentes y aunque hay veces que no comprendemos lo que a otros les apasiona, no podemos evitar sentirnos identificados cuando a otros azota el dolor, la desesperación, la rabia, la fuerza, el coraje, y todas esas cosas que, aunque no compartamos los mismos intereses, podemos comprender en tanto que somos seres humanos.
La humanidad se esmera por ir hacia lo complicado cuando la simpleza a veces pone en su máxima potencia lo que nos ha dado la naturaleza. A veces una vida cobra sentido cuando se sostiene de una pasión, y es eso lo que deberíamos celebrar porque a fin de cuentas no hay prueba alguna de que haya algo mejor que lo humano (el amor es la mejor prueba de ello, cada quién es capaz de crearlo por sí mismo, ya sea por alguien o por algo y es aquí donde entra de nuevo la palabra pasión).

En los últimos días he visto, a través de la televisión, una muestra de lo que la pasión y el esfuerzo pueden lograr. Me preguntan si soy pambolera y la verdad es que no, más bien soy partidaria de todo lo que conlleva lo humano. 

Yo no veo a un grupo de idiotas detrás de un balón, yo veo a un grupo de hombres apasionados que buscan lograr lo mejor de sí mismos dominando un objeto que tal vez sea simple antes de que se ponga en medio de un campo, listo para que cada uno de los hombres que tienen acceso a él, lo conviertan en algo suyo, que lo tomen y lo manejen a su antojo porque a final de cuentas no se trata de desafiar las leyes de la física, se trata de tocar sus límites.
Veo a una selección que carga con la presión de representar a su país dentro de una actividad que involucra pasión, conocimiento, técnica, emoción, autocontrol, razón, y demás detalles humanos que no van a la segura con nada.
Cuando el que escribe se encuentra en soledad, con un poco de música, con inspiración y con la confianza que otorga su talento, es más fácil escribir algo valioso que si le pidieran que escribiera (en determinado tiempo) una pieza que mostrara su talento y que lo hiciera acreedor al derecho de pasar a la siguiente etapa para seguir “mostrando” lo que es.

No es justo que se critique con tanta frialdad algo que no conocemos cuando ello conlleva emociones que nosotros también hemos sentido pero de diferente forma (cada quien con su pasión).
Las naciones se ven enfrentadas no en terreno ajeno, sino en terreno humano, para demostrar que hay cosas que van más allá del lenguaje, el color o la nacionalidad, y si hay una celebración light que pueda ser compartida mundialmente, ésta debería ser celebrada como un respiro de libertad y ligereza ante un mundo que cada vez nos separa más y más.


Si nos apasiona algo, creo que le hemos dado ese lugar dentro de nosotros por alguna razón y dicha razón merece respeto (a fin de cuentas, si nos respetamos a nosotros mismos y nos portamos dignamente respecto de esa pasión, hacemos de ella lo mejor que podemos).
Celebro a aquellos equipos que han jugado, que han ganado o perdido con dignidad, tanto para sí mismos, como para su país y para un juego que apasiona a tantos, aplaudo el esfuerzo y el talento mostrados al mundo, y finalmente aplaudo a aquellos jugadores que eligieron este deporte como el trabajo de su vida para hacer de él lo mejor, para hacerlo suyo defendiendo lo que les posibilita su condición humana, dando lo mejor de sí mismos dentro de lo que, para ellos, es el mejor refugio para su pasión.
Pero también escupo, maldigo y les mento la madre a aquellos que, ya sea individualmente o como equipo, tienen la osadía de, aún diciendo amar el fútbol, jugar suciamente, de hacer de las reglas su papel de baño, de escupir lo mismo que según ellos besan cuando, estando conscientes de sus faltas de respeto hacia el juego, las reglas y hacia sí mismos, dicen ganar cuando es evidente que el marcador nunca estará al tanto de quién jugó mejor, de quién jugó limpiamente, de quién merece ganar o perder, de esos aspectos que nosotros deberíamos ser capaces de ver en lugar de clavar nuestros ojos en puntos que a veces se dan por azar, más que por talento.

2 comentarios:

Bittersweet Bali | Cora Caldentey Muriel dijo...

Me has dejado impresionada! Nunca habia reflexionado tan a fondo sobre este tema y es verdad, tienes toda la razón, no es justo que en el primer momento todos estemos con la playera de nuestro equipo y que al perder nos la quitemos y critiquemos a este sin tener en cuenta que el perder un partido no les resta talento ni el ganar se lo otorga, ni que decir que no siempre depende de ellos hay otros factores como los arbitros (Por ejemplo xD)me da mucha rabia el hecho de que la decision de un arbitro pueda cambiar tanto la permanencia de un equipo en cualquier competición futbolistica, es normal que cometan errores (al fin y al cabo son humanos), lo que ya no lo es,es que en pleno siglo veintiuno los arbitros no cuenten con la tecnologia suficiente como para prevenirlos... y ya esta que me emociono! ^^
Ah! Quiero aprovechar para decirte que me encanto tu comentario, gracias!

Un Besito! ^^

corazoncito dijo...

desde que leo tus escritos me pregunto:

cual es esa sensacion o sensaciones que te llevan a expresar de esta manera lo que te inquieta??

que sientes con cada palabra q a este blog y a tus lectores entregas?

estupendo.

Éste que ves, engaño colorido, que, del arte ostentando los primores,
con falsos silogismos de colores, es cauteloso engaño del sentido;
éste, en quien la lisonja ha pretendido excusar de los años los horrores,
y venciendo del tiempo los rigores, triunfar de la vejez y del olvido,
es un vano artificio del cuidado, es una flor al viento delicada,
es un resguardo inútil para el hado:
es una necia diligencia errada,
es un afán caduco y, bien mirado,
es cadáver, es polvo, es sombra, es nada
- Sor Juana Inés de la Cruz -