13/6/13

♥ Ellos...



Decimos que admiramos -o, incluso, que amamos- a las personas y las cosas pero lo que admiramos son las interpretaciones que construimos respecto a ellas / Nos reservamos -algunas veces- el derecho a decir que las conocemos porque no sabemos todo de ellas… no sabemos todo de “nosotros mismos” pero procedemos a partir de esa exigencia. / Escribió una frase pero no un libro; escribió 100 libros pero se leyó sólo una frase /  Usamos sus nombres para remitirnos a nuestras interpretaciones; decimos “ellos” pero no dejamos de hablar de “nosotros mismos”. /


Exponte, disponte a sometimiento, a “admiración”, a “amor” o como gusten llamarle tus hijos o, mejor dicho, tus padres / Te vi, y decir que te conozco es tan válido como decir que te leí. / Al igual que ustedes necesitamos(?) epígrafes y notas a pie / ¿Los necesitaron?, ¿nos necesitaron? / ¿Los necesitamos, ¿los necesitaremos? / ¿Nos necesitamos?… / Quizá lo que necesito es pensar que sí, y que -como la nuestra- su necesidad se sirvió de otros nombres… Ha de ser por hipocresía, quizá por soberbia, tal vez por soledad…


He aquí los rostros y nombres que, según yo, sostienen mi fe en nuestro nosotros... 
Pero, reitero, no me refiero a "ellos" sino al "nosotros" de los vivos (y uno que otro muerto) que, sin ton ni son, interpretamos, reformulamos, encarnamos y abusamos de la posibilidad de tener noticia de su manera de ser y hacer (gracias a Dios ...).

Alexander McQueen, Anna Wintour, Baruch Spinoza, Coco Channel (con Dalí en esa foto), Diana Vreeland, Friedrich Nietzsche, Hannah Arendt, John Galliano, Karl Lagerfield, Karl Marx, Ricardo Flores Magón, Riccardo Tisci, Richie Blackmore y Walter Benjamin. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Faltaste tú hermosa :)
Te amo

( Por debajo de la piel ) dijo...

"Ahí" estoy ;) Aunque, a decir verdad, los rostros y nombres de mis seres amados resultarían mejor referente de ese "tú" que quizá en este caso no se ve con claridad.

Éste que ves, engaño colorido, que, del arte ostentando los primores,
con falsos silogismos de colores, es cauteloso engaño del sentido;
éste, en quien la lisonja ha pretendido excusar de los años los horrores,
y venciendo del tiempo los rigores, triunfar de la vejez y del olvido,
es un vano artificio del cuidado, es una flor al viento delicada,
es un resguardo inútil para el hado:
es una necia diligencia errada,
es un afán caduco y, bien mirado,
es cadáver, es polvo, es sombra, es nada
- Sor Juana Inés de la Cruz -