27/12/14

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Pude haber sido cualquiera y, sin embargo, soy la que bastó para amarnos. ¿Para qué querría ser "yo" sin ti? Serviría de mucho, seguramente, pero no de esto que somos -que me es todo. Así, ¿a mí qué me importa lo posible?, ¿para suponer que es posible amar como lo hacemos? 

Sería hermoso suceder en aquel mundo posible imaginando a la que sucede en este, a esta que soy. Allí me encantaría escribir que alguien implica mi felicidad en cada palabra, gesto, paso; que creo fervientemente que el amor que siento es el más dichoso porque encuentra en él tantas respuestas y preguntas que se reserva el mundo de la vida; que sé y soy lo que necesito. 

Creo que me gustaría tenerle tanta fe al amor, que podría ampliar mis límites hacia otros mundos de lo posible para alcanzar esos en los que seríamos. Daría mi vida, cualquiera que fuera, por vivir esta que quizá es un sueño, un poema materializado en un par de cuerpos desesperados por vivirse.

¿Nos necesitamos tanto, que somos? No, nadie decidió "nosotros" pero sucede que estamos, que de todos los accidentes posibles de cada mundo imaginable, ocurrimos. Daría cualquier vida por esta, por la tuya, por la nuestra... quién sabe, quizá esta no es la única que entregué a nosotros...

2 comentarios:

Nada más importa dijo...

Dar todo implica mucho, y cualquier pensamiento que ronde el sentimiento debe y tiene que ser mutuo.
Hay tanto escondido detrás de un "nosotros"...

U placer volver a leerte.

Deniche dijo...

A veces estamos sin estar...y somos "nosotros" sin definir.
Pero como dice nuestra amiga, todo debe ser mutuo.

He vuelto al blog, me encanta leerte! Volveré seguido!

Éste que ves, engaño colorido, que, del arte ostentando los primores,
con falsos silogismos de colores, es cauteloso engaño del sentido;
éste, en quien la lisonja ha pretendido excusar de los años los horrores,
y venciendo del tiempo los rigores, triunfar de la vejez y del olvido,
es un vano artificio del cuidado, es una flor al viento delicada,
es un resguardo inútil para el hado:
es una necia diligencia errada,
es un afán caduco y, bien mirado,
es cadáver, es polvo, es sombra, es nada
- Sor Juana Inés de la Cruz -